lunes, 19 de diciembre de 2011

Un poco de Historia

Sin agua no existiría la vida, por ello es considerado por casi todas las culturas del mundo como uno de los remedios mas grandes que proporciona la naturaleza.

La etapa mística esta vinculada con el uso del agua, su culto y adoración.La hidroterapia se realiza en la antigua Grecia, siendo su máximo apogeo en el imperio romano, las aguas termales de Diocleciano y Trajano son mudos testigos de esto.

Hipócrates de Cos (430-377ac), escribió en el célebre “Córpus Hipocraticum”, así como en el “tratado de agua, aires y de los lugares”, acerca de la hidroterapia, incluso recomendaba que el médico debía analizar la composición del agua, haciendo énfasis en la individualidad de cada paciente tratado.
Pitágoras 

El mismo Pitágoras (535 ac) estuvo a la cabeza de una orden filosofo-religiosa que recomendaba el uso del agua fría y la dieta naturista.
En Macedonia sometían a las mujeres a aplicaciones de agua fría con el fin de detener el sangrado postparto.
El emperador Cesar augusto fue curado de una enfermedad grave por el esclavo Antonio Musa. De esta forma por orden del mismo, se construyó instalaciones de baños públicos (balneoterapia), para de esta forma los ciudadanos gocen de la salud preventiva.
Hipócrates y Galeno le dan un marco verdaderamente revolucionario a la medicina de esta época, dándole un perfil objetivo y sistemático a sus observaciones.

En la época del renacimiento el Islam consideraba la hidroterapia como algo prestigioso, Mahoma le daba mucha importancia a la higiene y los cuidados corporales a través del agua. Rhazes y sobre todo Avicena (en el canon de la medicina), considerado el mayor medico de lengua árabe, desarrollaron la hidroterapia como técnica de aplicación en forma de baños, bebidas y aplicaciones locales en quemaduras, viruela y hemorragias.

En la Edad Media la Hidroterapia cae en el olvido en la Europa cristiana se da un paso atrás, se abandona el culto al cuerpo y a la higiene, y los conocimientos adquiridos en todos estos años atrás son encerrados en los monasterios y olvidados.
El siglo XV y principios del XVI se reinicia el uso de la hidroterapia. El descubrimiento de la imprenta dio un giro de 180 grados a la humanidad. El poder de la lectura y su difusión escrita hizo que resurgieran los conocimientos sobre hidroterapia y, en 1498 Juan Savonarola escribe " Balneis et Thermis" considerado el primer tratado sobre termalismo y balneoterapia. Posteriormente, en 1571, Andrea Bacius recoge en su libro "De Termis" las características y efectos de las aguas medicinales, considerada una de las más importantes obras sobre el tema.
En los siglos XVII y XVIII aparecen muchos médicos que estudian la hidroterapia, como los médicos alemanes Ovelgün y Hoffmann. Hoffman llega a publicar “el agua medicina universal”, que a la larga va influenciar en muchos médicos para el estudio de la hidroterapia a través de sus estudios y publicaciones, dan un fuerte impulso a la hidroterapia.

A finales del siglo XVIII los médicos Sigmund Hanh (1665-1742) y Johann Hahn (1694-1772),  defendieron las aplicaciones hidroterápicas, como método preventivo y como tratamiento terapéutico de diversas enfermedades, sistematizaron e individualizaron la aplicación de la hidroterapia, así como la complementaron con pautas de alimentación y ejercicios físicos, que aun son vigentes.
Las técnicas que se utilizaban en esta época eran sangrías, purgantes y enemas, pero la hidroterapia eliminó estas técnicas cambiándolas por tratamientos que no dañaban a los enfermos.

Vinzenz Priessnitz (1799) austriaco, considerado uno de los mas grandes empíricos de todos los tiempos hace resurgir de nuevo la hidroterapia. Priessnitz nunca tuvo educación escolar, hijo de un ganadero. Se cuenta que de niño le gustaba observar la naturaleza, de esta forma en cierta oportunidad observa como un ciervo herido en una pata introducía la zona de la herida en una fuente de agua, viendo volver al animal por varios días, comprobando su sanación completa. Esto maravilló al joven observador.

Cerca de los 25 años Priessnitz se rompe las costillas, decide utilizar compresas de agua fría para tratarse las heridas, así inmovilizó la zona de la fractura, luego de un año el genio estaba totalmente curado.
Priessnitz empieza aplicar baños totales o parciales, compresas y duchas de agua fría combinadas con ingesta de agua, ejercicio físico y dieta. Poco a poco fue haciéndose conocido llegando hacia el mucha gente para someterse a sus tratamientos, la mayoría de ellos reumáticos, pero también patologías digestivas, neurológicas, infecciosas, etc.
Para Priessnitz estaba claro que lo que curaba no era el agua fría sino la reacción del organismo primero de vasoconstricción seguida de vasodilatación.
Uno de los personajes importantes para la hidroterapia en este siglo fue Monseñor Sebastián Kneipp, religioso que –según los médicos de la época- padecía de tuberculosis por la mala alimentación y la larga permanencia en la humedad . El cual en una de sus visitas a la biblioteca de la Universidad de Munich encuentra el texto de Johann Hanh “sobre la fuerza y la acción del agua fresca sobre el cuerpo humano”
Completamente curado y ordenado sacerdote en 1852. siguió ejerciendo la Hidroterapia, haciéndose muy popular en esa época. Fue visitado por muchos pacientes de todas partes del mundo, llegando a ser conocido por la técnica la regadera que incluso hasta la actualidad se utiliza, así como de su frase “el que usa el agua con aplicaciones breves, es el que mejor resultado obtiene”. Uno de sus aportes mas importantes en la hidroterapia es la famosa "Cura-Kneipp", basada en chorros parciales o totales con agua fría, envoltorios, caminatas por los arroyos.

Definió claramente que no hay que abusar de las aplicaciones de agua fría sobre todo en pacientes que se encuentra “frío”, había que conseguir antes que entrara en calor mediante fricciones y sudoraciones. En España, en 1816, la hidroterapia se regula por medio de un Real Decreto, en el que se dice que cada uno de los baños mas importantes del reino deben tener un profesor versado en hidroterapia y medicina, para indicar su aplicación y uso.

En el Perú son conocidos los “Baños del Inca” , en donde la máxima autoridad y la nobleza del imperio incaico gozaban de las aguas calientes cargadas de sales minerales y vapor que salían de entre las rocas. En la actualidad estos baños son muy concurridos y son materia de investigación por sus propiedades curativas.